Para desengranar la complejidad de la frase “tenemos que hablar”, para deshacer los misterios y la angustia de esa pausa, descubre qué pasa con el tiempo que se pide en una pareja y qué hacer con ese “tiempo” indefinido.
“El amor es una conexión lúdica. Al comenzar la partida, los jugadores inician un intercambio con un final inexorable. La diferencia en el amor es que no necesariamente el que pierde es aquel a quien dejan.”
Catalina Gabilán
¿Cuánto tienes que esperar? El tiempo, ante todo, es relativo. Ya lo dijo Einstein en su teoría de la relatividad temporal. Es probable que los observadores en movimiento relativo experimenten el tiempo de forma diferente.
Eso quiere decir que es perfectamente posible que dos acontecimientos tengan lugar de forma simultánea desde la perspectiva de un observador, pero que ocurran en momentos diferentes desde la perspectiva del otro. Lo mismo sucede en determinar cuánto dura el tiempo que hay que esperar cuando una de las dos personas dentro de la relación lo pide.
¿Te ha pasado alguna vez sentir que has llegado a un sitio hace cinco minutos y ha pasado mucho más tiempo? ¿Has estado en una clase pensando que han pasado cuarenta minutos y solo han transcurrido tres?
Cuando, en una relación, se plantea la idea de “tomarse un tiempo”, lamentablemente no se puede googlear “cuánto es un tiempo”, porque depende de la persona que lo pide. Si un pensamiento no tiene una duración definitiva, un tiempo tampoco.