Seguro que en algún momento de tu vida te habrás encontrado con un narcisista y aunque suelen tener una vida social activa, cuando los observas con detenimiento te percatas que no tienen amigos. Con esto, no nos estamos refiriendo a conocidos, sino a verdaderos amigos, a amigos íntimos.
A lo largo de la vida se dan situaciones en las que no estamos a gusto, en las que no alcanzamos a ser felices, bien sea porque estamos en una situación que nos desagrada, puede ser una relación tóxica o un trabajo que no nos satisface, o sencillamente no estamos satisfechos por como nosotros manejamos nuestra propia vida.
El narcisismo o trastorno narcisista de la personalidad se define como un gran sentido de la grandiosidad, falta de empatía por las demás personas y una necesidad constante de admiración. Los narcisistas necesitan sentir un cierto nivel de poder y superioridad sobre los demás, lo que puede describirse como un círculo social superficial, ya que, sólo interactúan con gente que creen que tiene un cierto estatus o consideración especial.
En un círculo más íntimo, se rodean de gente respecto a la cual, se sienten superiores. Lo interesante es que exhiben un aura de confianza en sí mismos, una característica que hace que algunas personas se sientan atraídos hacia ellos. En realidad, esto se trata de una máscara, la mayoría son en realidad gente muy frágil.
A cualquier relación con un narcisista no se le puede aplicar las reglas de una relación normal, porque no lo es. Los narcisistas se aprovecharán de tus actos de amabilidad, tus vulnerabilidades y buscarán lo que ellos consideran debilidades, con el fin de explotarlas en su propio beneficio. Un narcisista no puede tener una relación íntima, simplemente, porque la forma en la que interactúa con los demás le impide tener esa clase de conexión con otro ser humano.
Las tres razones por las que el narcisista no puede tener amigos íntimos son las siguientes:
En una relación íntima, las dos personas muestran su vulnerabilidad y esto enriquece la confianza, puede alguien con trastorno narcisista de la personalidad confiar en un compañero, no, no pueden. Esto está relacionado con su incapacidad para sentir empatía con los demás y por un miedo feroz a mostrarse a los demás como realmente son, lo que inconscientemente les lleva a cerrarse por completo emocionalmente, son inaccesibles en cuanto a sus sentimientos, por eso es que, una relación con un narcisista no es realmente un relación, sino que, es un juego de poder, control y dominio.
Para aplacar su hambre insaciable de dominación, poder y control, el narcisista no pensará dos veces en victimizará a su pareja. Al principio, darán para después quitarlo (afección, amor, ternura, tiempo, dinero y admiración). Hay un despliegue enorme de atención para dar, pero todo este dar no es auténtico ni desinteresado, sino que, tiene un precio. Tras una primera fase de idealización, empezarán a quitártelo todo, buscando devaluarte como persona, es un juego en el que siempre quieren ganar.
La clave es que los narcisistas quieren algo a cambio (amor, sexo, refugio, dinero, admiración, entre otros beneficios), pero no quieren a alguien.
Los narcisistas son como depredadores que siempre están detrás de algo, tienen un objetivo, no ven a las personas como seres independientes, sino, como suministros del suplemento narcisista que es de lo que se alimentan para existir, debido a esto, son expertos en detectar las debilidades de los demás, para después poder apretar los botones adecuados para conseguir de las víctimas sus objetivos.
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